ÔGON BATO (1966)

Director: Hajime Sato
Guión: Takeo Nagamatsu
País: Japón

En vez de escribir el típico post llorón sobre las razones de porque no se a actualizado esta pagina, mejor pasemos directo a los que nos interesa y así nos evitamos estar leyendo extensas líneas de dialogo que al final no llevan a nada, como justamente estamos haciendo en este preciso instante.

Mucho antes de Ultraman, ultraseven o cualquier ultra algo que se nos ocurra, existió en Japón un súper héroe con mejor sentido del humor, más estiloso y arto más feo que sus predecesores. Le llamaban “Ogon Bato” o en castellano “El murciélago Dorado” y cualquier malhechor que osara cruzarse en su camino, tenía asegurada una carcajada despectiva previa a una contundente ensalada de palos.

El joven Akira Kazahaya, como no tiene novia y al parecer aún no se inventaban los hentai, es un aficionado a observar las estrellas, en una de sus tantas veladas de observación cósmica descubre que un gran cuerpo celeste está cambiando su curso, dirigiéndose a gran velocidad hacia nuestro planeta. 

Oye niño que haces a estas horas perdiendo el tiempo mirando por ahí, a tu edad, como todo joven sano, yo me estaría corriendo la soberana paja.

Debido a tan avanzados conocimientos interestelares (adquiridos simplemente mirando por un telescopio) el joven Akira es raptado a la mala por la ONU - que coincidentemente tenía un equipo radicado en Japón, especial para estos casos peligrosos para la humanidad- Kazahaya luego de ser llevado a una base secreta por la fuerza, vendado e incomunicado, se entera de que a sido “cordialmente invitado” por el capitán Yamatone (interpretado por nada menos que el gran Soni Shiva) a ser parte de este importante equipo y a demás se entera de que ellos, sabiendo de este peligro espacial, ya han construido el “Súper Cañón del Rayo Destructor” (Chan, Chan, chan!)...

Chan Chan chan!!!

...capás de pulverizar el famoso planeta amenazante. Pero hay un detalle, al cañón le falta el lente principal, que debe ser construido con un mineral especial casi inexistente (¿a quien se le ocurre diseñar huevadas con partes que tal vez no existan?). Pero no se preocupen, como en estas películas las coincidencias abundan, en eso llega a la base un aviso del extravío de una de sus naves exploratorias. Así vestidos con tecnológicos cascos de bici-cross y trajes plateados el equipo de la ONU y Kazahaya parten en su búsqueda, llegando finalmente a una extraña isla. Pronto se percatan de que se trata del reflote de un pedacito de la mítica Atlántida (Hoo!), cultura que a juzgar por los decorados, era un salpicón incoherente entre griegos, egipcios y mesopotámicos.

Tranquilo muchacho, si no te vamos a violar............................. todavía.

Claro que no todo podía ser raptos, cañones incompletos, viajes Express a civilizaciones incoherentes. Porque obviamente el mal no tarda en llegar, y mientras hacen una especie de recorrido turístico por “Atlántida Park”, son atacadas por los secuaces del gran Nazo, una especie de saco de harina maligno de cuatro ojos, que entre sus tantas cualidades posee en un letal guante de látex 3 tallas más grande en una mano y en la otra un peligroso gancho de cartón (cosa que nos da pistas sobre un esforzado pasado como desconchador de erizos para las pesqueras) mas un séquito de secuaces dignos de la mejor tienda de disfraces para halloween. Por suerte, mientras arrancan de este adorable xxx temible villano y sus secuaces, se esconden en una cueva. Ahí encuentran un sarcófago que contiene una momia bastante fea, según los entendidos tiene una inscripción jeroglífica que dice algo así como “échame agua que estoy mas seco que la concha de tu abuela”… Cuando el equipo especial se ve en aprietos una niña pequeña que andaba con el grupo hace caso a la inscripción, hecha agua a la momia y… HOOOO!!!!!

....Es un Zombi!... Es Esquéletor haciendo changas de mago en cumpleaños!....NO!... es

!OGON BATO!

Han despertado al Murciélago Dorado, que para suerte de todos nosotros,  tiene como único fin, el de defender a la humanidad de los peligros que le asechan. La niña por haber tenido tan genial idea se hace merecedora del pin de Ogon Bato, algo así como una membresía v.i.p. al club de amigos del súper héroe, el cual le permitirá llamarlo cada vez que se encuentre en peligro.

Ni Jesús resucitó con tanto estilo...

Pero acá no hay tiempo para relajos, al instante llegan los enemigos disparando a Ogon Bato, sorprendentemente no le hacen ni cosquillas, o al parecer si, porque no tarda en lanzar sus entusiastas carcajadas (incómodamente similares a las de José Miguel Biñuela) para pasar luego a darle camorra sin piedad a los enemigos, uno tras otro sucumben ante la avalancha de palos, rizas y rayos láser… y más rizas. Este Murciélago Dorado sin duda “es de lo más dije oye” en cuanto a súper héroes.

El adorable Terrible Nazo!!

Con la mierda hirviendo al ver como Ogon Bato lo encara sin miedos, Nazo jura una terrible venganza. Pero todo a su tiempo, ya que las prioridades del villano cambian cuando se entera de la existencia del “Súper Cañón del Rayo Destructor” (Chan, Chan, chan!), herramienta que obviamente le servirá de mucho en sus maquiavélicos planes de arrasar con todo ser viviente en el universo y quedar solo el reinando todo.
Esta recurrente idea súper villanesca de hacer desaparecer todo rastro de vida y quedar como único amo y señor de todas las piedras y el polvo, la podemos notar en muchas otras películas de guión consistente. Por ejemplo también la podemos ver en la lista de tareas del gran Ro-man de Robot Monster (1953).

Deliciosos rayos lasser desde la nave de Nazo

Para poder hacerse del Súper Cañón Del Rayo Destructor (Chan, Chan, chan!) Nazo manda a llamar a sus más temibles colaboradores, Keloid: Que coincidentemente tiene la mitad de la cara con… queloides (obvio), Piraña (no confundir con Piñera aunque cumpla con la mayoría de los requisitos) y Jackal: Una especie de hombre lobo japonés estilo Valdemar Daninsky con traje de salsero. Cada uno con las cualidades de suplantación de identidad y supersaltos con efectos de sonido estilo chapulín colorado.

Keloyd

Piraña

 Jackal

Lo que sigue es el esperable tira y afloja entre Nazo que se quiere robar el Súper Cañón Del Rayo Destructor (Chan, Chan, chan!) por medio de tramposas triquiñuelas y los humanos intentando impedirlo mientras el meteorito se acerca cada vez más a la tierra. Por suerte el murciélago dorado atiende las 24 horas y a penas se pone espesa la cosa acude al llamado, palos por aquí, palos por allá, rayos por este otro lado un par de carcajadas huevonas y problema resuelto.

Si vamos a luchar contra el mal, hagamoslo con estilo por lo menos...

Ogon Bato, es probablemente el primer súper héroe japonés. Y su origen es todo un misterio, los primeros registros tangibles de su existencia están en los mangas de post guerra de los años 40’s, pero hay quienes aseguran que los orígenes del risueño súper héroe se remontan a novelas de antes de la guerra e incluso a los antiguos espectáculos itinerantes llamados kamishibai, donde se proyectaban dibujos del héroe al tiempo que un relator en off contaba la historia… De una u otra forma lo que está claro es que Ogon Bato era un personaje más que popular en el Japón, que tubo bien merecida su película y su serie animada, esta última llego a occidente bajo el nombre de “El Espectro”.

Jackal listo para sus clases de salsa

La otra cara de las fajas adelgazadoras que venden por tv

Avanzadas técnicas de clonación

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